Antes de morir quisiera
legarles en testamento,
aunque lo tomen a cuenta
una historia verdadera.
Si yo consiguiera al menos
que lo pasen divertido,
morirme puedo contento
por haberlo conseguido.
De paso también quisiera
Sacaran en consecuencia
que en este cochino mundo
ya pagué mi penitencia.
Lo que en otro me ocurra
no se lo podré contar,
allá se debe estar bien
pues nadie volvió jamás.
Si es verdad o es mentira
con esta duda me quedo,
de lo que si estoy seguro
que allá no vale el dinero,
lo mismo se muere el rico
que lo hace el pordiosero.